Invadir los carriles exclusivos para transporte público, como los de buses o taxis, es una infracción que afecta gravemente la movilidad y la seguridad vial. Según el Código Nacional de Tránsito, esta infracción está sancionada con una multa de 30 SMLDV, lo que equivale a 1,272,360 COP en 2024. Los carriles exclusivos están destinados a mejorar la eficiencia del transporte público, y su invasión por vehículos particulares no solo ralentiza el tránsito, sino que también genera conflictos y aumenta el riesgo de accidentes.
La invasión de estos carriles es particularmente común en zonas congestionadas, donde los conductores intentan ahorrar tiempo utilizando vías destinadas exclusivamente para el transporte público. Sin embargo, al hacerlo, no solo están cometiendo una infracción, sino que están contribuyendo al caos vehicular y obstaculizando el funcionamiento adecuado de los servicios de buses y taxis, que dependen de estos carriles para transportar a miles de personas de manera eficiente. En muchas ciudades, las autoridades han implementado cámaras y controles electrónicos para detectar automáticamente esta infracción, lo que ha aumentado el número de multas emitidas.
Para evitar esta infracción, los conductores deben respetar las señales y demarcaciones que indican los carriles exclusivos para transporte público. Es fundamental mantenerse en los carriles asignados para vehículos particulares y planificar rutas alternativas si el tráfico es pesado. Evitar el uso indebido de estos carriles no solo mejora la movilidad en la ciudad, sino que también reduce la posibilidad de accidentes y sanciones económicas.